Es decir, que el Fundador esté dispuesto a documentarse o asesorarse sobre las mejores prácticas en materia de Sucesión de Empresas Familiares. Aprender de los casos de éxito y de fracaso que han vivido otras empresas.
Es importante identificar las edades, los talentos, la experiencia, el compromiso y el nivel de buena o mala relación entre los diferentes hijos e hijas. Reconocerlo con total apertura y honestidad, es un gran punto de partida para establecer la estrategia más adecuada.
Es crucial decidir quiénes serán los nuevos dueños y preguntarse si realmente se llevarán bien entre ellos y si sabrán tomar buenas decisiones juntos. El Director General podría ser uno de ellos u otra persona mejor calificada.
La tendencia en la Sucesión de las Empresas Familiares se está dirigiendo: A mejor entrenar a los hijos para que sepan ser buenos Dueños desde el Consejo de Administración, más que entrenarlos o forzarlos a dirigir y operar la empresa.
Para lograrlo, es recomendable crear un documento llamado Protocolo Familiar de Accionistas. Que contenga todas las reglas posibles, que aseguren la permanencia de la empresa.
Participar en el Consejo de Administración dará la oportunidad a los Sucesores de que vean el negocio desde la perspectiva de inversionistas. Además de que aprenderán a consensar decisiones entre los mismos hermanos.
Somos una empresa de Consultoría Empresarial especializada en fortalecer a las organizaciones para que crezcan, perduren e incrementen su rentabilidad.
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